Cuando tendrás que irte

Te vas a ir y tú..,

en un día triste y nublado…

Espero que no sufras,

mirando fijamente mis ojos

inundados de la lluvia profusa

de mi alma desbordada del dolor.

Y el reloj se parará

acompasado

con el tiempo congelado,

mientras tu mirada me devolverá

mil recuerdos del pasado

que esta vez me dolerán,

porque el tiempo de partir

habrá llegado ya.

Te cogeré en brazos,

diciéndole a la muerte

¡que se vaya!

¡Que eres mía

y que no te dejo ir!

Que aún te quiero mucho,

aunque siempre no te lo mostraba

y que ella no es invitada mía

y se debe apartar.

No me escuchará…,lo sé.

Y a pesar de que escuche,

ni mi amor por ti la parará.

Habrá venido

solo para separarnos

y recordarme que en este mundo

no existe la eternidad.

Y por las noches

me despertaré buscándote

con ansias, acostumbrada

a sentirte siempre tan cerca de mí.

Mis manos no van a encontrar

a tu cuerpecito adorable…

Mis dedos no te tocarán...

¡Te quiero

y estoy agradecida

por tenerte!

¡Quisiera compartir contigo

muchos años más!

 Aunque cuando vendrá

la hora de perderte

parecerán instantes de felicidad.

Pero aún tenemos tiempo

para estar contigo,

¡mi reina de terciopelo,

dulce, ágil, audaz!

Y sin embargo,

¡la vida es cruel, cariño mío!

y nos obliga cada vez

a soltar lo que queremos más…