Ya que me fui
se apagaron las estrellas…
QuerÃa arrojar un poco luz
para que tú estés mejor,
pero no pude encontrarla,
aunque tanto la buscaba,
la noche la secuestro
y puso fin a la eternidad.
Ya ves, que sólo el amor
no basta para resurgir el cielo.
Se necesita mucho,
mucho más…
Con miedo
nunca se encienden las estrellas,
y en oscuras, no haré contigo
ni un paso más.
QuerÃa que no sufras…
Yo, ya estoy acostumbrada.
¡Tantas mañanas se murieron
en la sombra siniestra del ayer!
Y todos los presentes
abandonan la batalla…
¿Y hoy?
¡Hoy es único!
Es mÃo,
y me lo gané.