Carnaval infinito

El café me sabe hoy

a agua manchada con detritus...,

y la primavera se intenta despertar...

Aunque el aire todavía está fresquito,

la frescura tarda en llegar.

Las calles somnolientas

se estiran perezosamente,

y los "zombies" disfrazados

de buena gente deambulan sin parar.

Las máscaras que ponen, inteligentemente adornadas,

les impiden ver

quiénes realmente son.

A pesar de que sus ojos

de "cristal" lo dicen todo,

están tan ocupados de fingir

que no se fijan que lo falso

los ha atrapado todos

y no pueden escapar...

Después de tantas guerras

necesarias, aunque injustas,

yo aprendí la lección:

que ser bueno, nunca es bueno,

y ser cruel, tampoco es la opción.

Cuando te portas muy bien

con todos, serás el malo para ti.

Tu vida girará alrededor de ellos

y tu destino nunca llegará.

Es esencial unir lo malo

con lo bondadoso

y convertir en justa cada acción.

Ser justo es sagrado,

y la religión es simplemente

una inventada visión.

Las calles ya están

exhaustas y decepcionadas

de este infinito carnaval,

donde los malos

nos controlan y enseñan

cómo ser "buenos"

y servirles hasta el final...