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Más Allá del Tiempo y la Realidad: Un Viaje Filosófico y Científico del Entrelazamiento, Universos Paralelos y el Superhumano de Nietzsche"

  • Foto del escritor: alternativanely
    alternativanely
  • 28 abr 2024
  • 19 Min. de lectura

Actualizado: 11 dic 2024



Las ideas sobre los universos paralelos siempre me han intrigado. Hace años, cuando no era capaz de ver lo que veo ahora, me parecían solo una ficción. Jamás pensé que fuera posible que existieran universos paralelos donde, ¡en cada uno, el protagonista fuera yo! Resulta demasiado impactante e irreal. Sin embargo, cuando mi mente se abrió lo suficiente para poder verlos y darme cuenta de ello, quedé estupefacta. ¡¡Sí, existen!! Pero, ¿por qué la necesidad de tantos “Yo”?


Al principio, no entendía qué estaba pasando ni cómo podía ver otras realidades conmigo misma que no tenían nada que ver con mi presente. Los otros personajes no me veían a mí, y jamás interactué con ellos. Mis “estancias” allí eran muy breves. Con el tiempo, me di cuenta de que eran otros universos donde ¡siempre estaba yo! En algunos de ellos, estaba acompañada de personas que ahora forman parte de mi vida, y en otros, por personas que desconozco actualmente.


Hace años, había escuchado y leído sobre estas teorías, pero mi mente no lo aceptaba; era incapaz de imaginarlo como algo real. Y como mis ojos no podían ver eso, para mí era solo una ficción. Pero cuando empecé a enfrentarme a esta realidad, es decir, a estos universos, entendí lo que los físicos dicen al respecto. Me di cuenta de que no son solo teorías y que no sólo nos afectan a un nivel subatómico; comienzan desde ahí, pero se reflejan en todo el ser y, de alguna forma, en nuestras vidas.

Los científicos sostienen que los mundos paralelos no sólo existen, sino que también interactúan con el nuestro a niveles cuánticos.


Gracias a mi limitada experiencia hasta ahora, puedo confirmar la existencia de estas teorías y agregar algunos puntos adicionales donde la información es escasa, vista desde una perspectiva más filosófica, pero respaldada por la ciencia. Mi enfoque se dirige hacia una introspección profunda, ofreciendo una mirada diferente hacia una “religión” futurista, donde las iglesias y todos los cargos en ellas sobran.

El primero que habló de universos paralelos fue el psicólogo William James en 1895. Desde entonces, su idea se ha convertido en una hipótesis científica: la existencia de múltiples universos, cada uno con sus propias leyes físicas y propiedades independientes. Sin embargo, hasta ahora no han sido probadas experimentalmente.


La teoría de los universos paralelos sugiere la existencia de múltiples versiones de nuestro universo, donde cada decisión y evento crea una bifurcación, resultando en universos alternativos donde cada posible resultado se realiza. Esta idea se popularizó a través de la interpretación de los Muchos Mundos de Hugh Everett en Los años 50 del siglo pasado.

Aunque su teoría no se ha podido probar hasta ahora, ha permitido explicar ciertos aspectos intrigantes de la física cuántica como el entrelazamiento cuántico y el efecto túnel.


Es fundamental explicar el entrelazamiento cuántico, ya que, aunque muchos lo hayan leído, es un concepto clave que pasaba desapercibido para mí hasta hace no mucho. Tal vez pocas personas se han dado cuenta de ello, o dudan de su propia cordura cuando experimentan algo similar: la telepatía, la transferencia de información al igual que las partículas, entenderla y comprobarlo cuando es posible. Aunque puede ser una ilusión de tu mente si te obsesionas con esto.


Para descifrar está información, necesitamos un autoconocimiento profundo y sincero, porque la información se presenta de diferentes formas. Normalmente, son sensaciones, sentimientos, pensamientos o ideas. En ocasiones vienen tal como son y, otras veces, se distorsionan. No sé por qué a veces esta información se distorsiona, pero lo he observado repetidamente.

El entrelazamiento cuántico de las partículas nos afecta a un nivel más grande y psicológico, reflejándose en nuestra realidad interior y exterior. Gracias a este entrelazamiento, somos capaces de conectarnos y transferir información de manera subconsciente. Lo interesante es hacerlo consciente, reconocer cuándo sucede y qué intenta comunicar. ¡Tenemos una especie de "internet integrado"!, para asuntos importantes. Es necesario prestar atención a lo invisible y tomarlo en cuenta, porque normalmente las personas envían información confusa al exterior: dicen cosas que en realidad no piensan y ocultan lo que realmente sienten. A veces sus caras transmiten una cosa, pero sus subconscientes vibran diferente; sus gestos también pueden delatarlos porque el subconsciente no puede mentir y revela la verdad al primer plano. Así, puedes ver la máscara detrás de las palabras bonitas, la farsa y la manipulación en su forma más astuta.

El entrelazamiento cuántico ocurre cuando, tras una colisión, dos partículas viajan en direcciones opuestas y pueden transmitir información entre ellas sin importar la distancia. Si medimos una de las partículas, podemos conocer el estado de la otra, que siempre será opuesto al primero. Este fenómeno ocurre de manera general en la física cuántica.


En las personas, aunque generalmente se encuentran en estados emocionales opuestos (cuando una está triste, la otra puede estar alegre), no permanecen en esos estados constantemente. Aun en un estado emocional negativo, una persona puede experimentar momentos de risa, culpa o enojo. Además del estado general, también se captan y perciben las emociones instantáneas de la otra persona. Por ejemplo, si una se ríe, la otra puede percibir esta emoción de inmediato.


A veces, las emociones transmitidas se distorsionan en la otra persona, transformándose en lo opuesto (por ejemplo, el miedo en rechazo; el deseo en odio; la rabia en dolor). Sin embargo, la tristeza y el amor rara vez se distorsionan, ya que cuando un sentimiento proviene del corazón, generalmente se recibe de manera auténtica.


También ocurre que las emociones percibidas por una persona pueden ser iguales a las del emisor pero causadas por factores diferentes. Por ejemplo, una persona puede enfadarse por perder el autobús mientras que la otra se enoja por un problema en el trabajo en ese mismo momento. De este modo, aunque las emociones sean las mismas, los eventos que las provocan son distintos. (Es importante añadir que no siempre es así; a veces, el receptor solo percibe las emociones del emisor sin experimentarlas de la misma manera).

Quiero mencionar lo que yo estoy observando: las partículas envían información sobre su estado una a otra y ellas eligen qué información enviar, y no es precisamente la información que tú quieres saber o la que tú quieres enviar. Y lo hacen cuando quieren hacerlo, pero tú también tienes una parte pequeña de participación. A veces ocurren enteras "conversaciones" entre las almas y nosotros las percibimos (no sólo recibimos información de los humanos o los animales), pero ¿cuántos son conscientes de esto? Parece que lo que nos está pasando a nosotros es muy interesante para otros y como que estos “otros” juegan el mismo juego pero a otro universo más grande y de distinta manera, y lo que ocurre aquí les afecta y a ellos…

La información entre las partículas viaja más rápido que la velocidad de la luz, permitiendo que se transmitida instantáneamente.

Esta particularidad de las partículas de entrelazamiento y el intercambio de información entre ellas también se conoce como teleportación cuántica. Esto permite transferir información cuántica a enromes distancias sin que los objetos involucrados viajan físicamente, como en el funcionamiento de ordenadores, transistores, la criptografía cuántica. Las partículas se entrelazan de dos formas:


1. Cuando el electrón desciende dos niveles energéticos dentro del átomo, generando dos fotones entrelazados.

2. Por colisión electrón - positrón, que también genera dos fotones entrelazados.

En otras palabras, las partículas se entrelazan cuando tienen un origen en un evento común que debe obedecer alguna ley de conservación. Muchos consideran esto como la base para la teletransportación humana, pero yo creo que es imposible y explicaré por qué.


Quiero aclarar que no soy científica, y no comprendo completamente los mundos en los que los científicos se mueven. Seguro que muchos se reirán de mí, pero aquí está mi lógica basada en lo que observo, analizo y soy capaz de entender. El problema de la teletransportación radica en la materia y el alma. Por ejemplo, en el entrelazamiento, algo parecido a una "foto" se envia y desaparece, destruyéndose en el proceso. La nueva foto que aparece es idéntica a la enviada, pero no está compuesta de los mismos átomos, sino de átomos distintos de la original.


El proceso que sucede en el entrelazamiento es psíquico, es solo información. Por esto, es imposible transportar una persona completa porque está materia primero tendrá que descomponerse y luego construir una copia nueva con átomos diferentes, y será simplemente un clon suyo, no el original.

Estoy convencida de que solo el alma puede teletransportarse cuando y donde quiera, y además lo hace sin que nosotros tengamos consciencia de ello.

El entrelazamiento que ocurre entre las partículas, también sucede entre las personas a nivel mental. Estamos entrelazados entre nosotros, aunque esta conexión no es igual de fuerte con todas las personas que nos rodean. Parece que cuanto mayor es la conexión emocional entre las personas, más fuerte es la conexión cuántica o el entrelazamiento. Gracias a esta conexión, podemos compartir información con personas a las que queremos, aunque nos separan grandes distancias. Sin embargo, es información que subconscientemente queremos enviar, relacionada con lo más profundo de nuestro ser y no necesariamente lo que queremos decir conscientemente. Esta información es muy valiosa, a menudo oculta, relacionada con lo que realmente somos, o con algo desagradable que está ocurriendo en el momento.


Para entender mejor cómo llega esta información y como se puede interpretar, daré un ejemplo: Imagina que a un amigo tuyo le roban en casa. En el momento en que él se da cuenta y piensa en ti, tú recibes esta información cual es escasa y confusa, ya que no la entiendes; no viene con texto ni explicación, sino con sensaciones y emociones. Cuando él ve su casa desordenada, todo lo que siente: miedo, tristeza, rabia, inseguridad, etc., lo percibes tú, aunque estés en un sitio diferente y no veas lo que él ve, lo cual te confunde.

Imagina que estás en la playa en este momento y, de repente, sientes miedo de que te roben. Empiezas a mirar a la gente alrededor asustado, sin ver a nadie sospechoso, pero la sensación de miedo, angustia y inseguridad no desaparece. Decides irte porque no te sientes bien ni relajado como antes. También es posible que, al imaginar tu casa desordenada por un robo, veas imágenes de la casa de tu amigo, o su imagen aparezca en tu mente, sin ninguna razón lógica. Te llegan diferentes sensaciones sin causa aparente que no entiendes porque tú realidad es muy diferente de la suya.


Si decides llamar a esta persona, o si por “casualidad” ella te llama y te cuenta lo sucedido, entonces entenderás porqué sentiste esa sensación extraña de que te iban a robar. Lo que sentías eran sus emociones y su realidad en ese mismo instante.

Al principio, cuando empiezas a prestar atención, te será difícil interpretar esos mensajes, pero con el tiempo se volverá cada vez más fácil. También, las personas a veces envían información sobre aspectos de sí mismas que no aceptan, a los que no quieren enfrentarse y evitan, su parte oculta que muchas veces ni ellas mismas conocen. Prefieren vivir con todos los demonios escondidos en lugar de enfrentarlos para tener una vida fructífera y plena.


Todo esto sucede a un nivel subconsciente, y tienes que estar despierto para poder verlo. Para que esto ocurra, necesitas evolucionar hasta un punto en el que puedas manejar las energías en ti mismo y de ahí a tu alrededor. Para lograrlo, primero debes equilibrarte, desde adentro hacia fuera. Lo que se manifiesta dentro de ti se refleja externamente. Todo el trabajo interno que hacemos se proyecta en nuestro presente y futuro.

No todos somos capaces de percibir esta información, y para algunos puede parecer una locura, pero para otros puede sonar familiar. Prestar atención a algunas de nuestras experiencias puede hacernos más receptivos a lo invisible, y lo más importante, actuar con sabiduría y prudencia, interpretar cada indicio con cuidado para tomar decisiones más asertivas. Este entrelazamiento entre las personas ocurre involuntariamente e inconsciente para todos.

Otra interesante teoría es la teoría de las cuerdas, la cual propone que las partículas subatómicas no son puntuales, sino cuerdas vibrantes más pequeñas que cualquier cosa que hayamos medido hasta ahora. Sus principales exponentes son John Henry Schwarz y Jöel Scherk.

Esta teoría postula la existencia de dimensiones adicionales, diferentes a las tres espaciales que todos observamos. Aunque no las podemos ver, tienen un efecto en las propiedades de las partículas y las fuerzas. Las cuerdas vibran de diferentes maneras, y según su vibración podemos observar un fotón o un electrón.

Según la teoría, existen 11 dimensiones donde la súper gravedad interactúa entre membranas que van de 2 a 5 dimensiones. Esto sugiere la existencia de innumerables universos paralelos, algunos de los cuales pueden ser similares al nuestro.

Cuando miramos el universo desde la perspectiva de que nada es sólido, que todo es solo mental y nada más que información, podemos explicar muchas mas incógnitas del mundo físico y acercarnos a la gran ilusión del hombre de viajar a través del tiempo. Y sí, es posible, pero mentalmente. Porque el universo que intentamos conocer está solo en nuestras mentes...

Si la energía es equivalente a la masa, como concluyó Einstein, nosotros somos energía disfrazada de masa. Entonces, la masa no es sólida, y a la vez existe (porque es información), y aunque la masa no contiene nada sólido (mirándola bajo un microscopio), todos la vemos y la podemos tocar. Por eso, muchos se hacen la pregunta: ¿en qué mundo vivimos?


El ser humano está programado para interpretar el mundo de manera similar. Percibimos un conjunto específico de electrones, protones y neutrones que nuestros cerebros "traducen" como un árbol con hojas verdes, por ejemplo. Aunque en realidad no hay ningún árbol, solo información..., cada código está relacionado con una imagen. El cerebro descifra este código como "árbol" y nuestros ojos ven un árbol.


Nosotros vemos el mundo idealizado y detrás del escenario, las cosas no son tan mágicas e idílicas como nosotros solemos verlas. Por ejemplo, en un paisaje hermoso, detrás de la belleza que estamos programados para ver, ni siquiera existen los colores, ni las flores, ni los animales. En realidad, los colores que vemos tampoco existen. El mundo es incoloro y los colores son solo una percepción. Pero esto no es algo nuevo... Ellos son radiaciones electromagnéticas de los objetos, y nuestra mente está configurada para verlas como ciertos colores.


Los colores existen gracias a la presencia de luz. Si no hay luz, no vemos colores; todo es blanco o negro. Todos los elementos tienen la capacidad de absorber o reflejar la luz. La luz que no se absorbe rebota y llega a nuestros ojos como un estímulo visual que llamamos color. Entonces, cada color que no se absorbe es el color que vemos, porque los colores absorbidos se quedan dentro del objeto y los reflejados llegan al ojo humano. Además, si un cuerpo absorbe todos los colores, se ve negro, y si todos los colores rebotan en su superficie, se ve blanco.


Los perros y los gatos, por ejemplo, ven el mundo en diferentes colores. Los perros distinguen el amarillo, azul y gris, mientras que los gatos perciben el azul y verde, ya que tienen ceguera al rojo. Los humanos observando la misma realidad que perros y gatos, la ven de manera distinta, con la presencia de 10 millones de colores. Este es solo un insignificante ejemplo de cuán diferente es la realidad para cada ser que habita la Tierra, en términos de percepción visual, y es fácil imaginar lo diferente que será su percepción interna de esta misma realidad. Cada especie está programada para ver el mundo así como lo ve, aunque la realidad de ninguno es la verdadera. La auténtica realidad parece ser una especie de programa...


Vivimos en una especie de Matrix donde soñamos con cosas materiales, aparentando ser algo que no somos para ser aceptados, sentirnos importantes y seguros en una sociedad engañada y enferma por las apariencias. No nos damos cuenta de que aquello en lo que estamos enfocados o apegados no es lo esencial, y a la vez todo es algo como un "juego", un "engaño común", pero es lo mejor que nos puede pasar: ¡"vivir"!


De una manera extraña, estamos atrapados en nuestro propio juego, pero de alguna forma ¡estamos vivos! La meta no es acumular más riquezas materiales para ganar, la verdadera riqueza está en uno mismo, en nuestra constante evolución espiritual y para llegar a ella debemos vencer nuestras sombras interiores, dejar de intentar controlar el mundo fuera de nosotros y aprender a fluir. En palabras parece sencillo, pero alcanzar ese estado mental es difícil y no es suficiente solo una vida.

Si vemos esta realidad desnuda, tal como es: ¡un juego con nosotros mismos y todo el universo es una ilusión, todas esas bellezas de la naturaleza son una estafa!...

¿Por eso hemos decidido vivir en ilusiones, engañados? O simplemente: ¿este "juego" es así?¿Estamos programados para ver y sentir cosas que existen solo en nuestra mente?

Cuando despertamos, podemos ser dueños de nosotros mismos en el juego en el que nos encontramos ahora, de ver el mundo de distinta forma, aportar algo para construir uno mejor, ser mejores que ayer y más justos que nunca.


Elevar nuestra consciencia nos abre las puertas hacía un “superhumano” que podemos y merecemos ser. Un “Übermensch” del que hablaba Nietzsche, un hombre que ha alcanzado un estado de madurez espiritual y moral superior al del hombre común. Y todo depende de nuestro esfuerzo en la dirección correcta: solo necesitamos darnos cuenta de cuál es esa dirección.


Aquellos que logran despertar y darse cuenta de la ilusión en la que vivimos, descubren la Matrix. Este descubrimiento marca el final de su juego en la Tierra, y en sus próximas vidas, avanzan a otros lugares, sin volver aquí. Si muchos filósofos y científicos ven esto de manera diferente pero coinciden en la esencia, esto sugiere que hemos descifrado el juego en el cual nos encontramos, aunque cada uno a su manera, revelando parte de la verdad absoluta.

Nick Bostrom, por ejemplo, propone en su hipótesis de la simulación que es posible que estemos viviendo dentro de una simulación creada por una civilización avanzada. Su teoría sugiere que, si una civilización puede crear simulaciones detalladas de sus antepasados, es probable que estemos viviendo en una de ellas. Hay muchas otras teorías sobre la naturaleza de nuestra realidad, desde múltiples interpretaciones de los universos paralelos en la física hasta diferentes percepciones espirituales y filosóficas.


Yo no creo que estemos viviendo en una simulación creada por una civilización más avanzada, pero si considero que nuestra realidad es una simulación virtual. Todavía no tengo la respuesta sobre quién la creo y por qué, tal vez fuimos nosotros mismos...

Cada teoría nos ofrece una perspectiva única, pero aún nos falta descubrir muchas piezas de este rompecabezas para comprender completamente nuestra existencia.


Según Einstein, el tiempo es una dimensión más en la que vivimos simultáneamente experiencias del futuro, pasado y presente. Según la Relatividad Especial, no existe la simultaneidad objetiva. Lo que es presente para mí puede ser pasado o futuro para otro observador, dependiendo de su velocidad relativa. Esto sugiere que la distinción entre pasado, presente y futuro es subjetiva. Lo que para mí es futuro, ya existe para un observador que se mueve con suficiente velocidad respecto a mi marco de referencia. Aunque no percibimos estos efectos en la vida diaria debido a nuestras bajas velocidades relativas, son fenómenos reales predichos por la teoría.


La idea del eternalismo sugiere que "el futuro ya existe, solo que aún no lo hemos visitado". Es un concepto filosóficamente incómodo y parece chocar con el libre albedrío.


Basándome en mis observaciones, explicaré como todas las líneas del tiempo están superpuestas y las vivimos a la vez, de manera subjetiva según las experiencias de cada uno y existen solo si hay un observador. Esto nos lleva también a la misma conclusión de que el universo está solo en nuestras mentes.


El pasado se vive al mismo tiempo que el presente porque siempre vivimos experiencias y lecciones del pasado no cerradas, porque no hemos aprendido lo que nos intentaban enseñar. Las personas del pasado lejano (otras vidas) o del pasado reciente (presente de esta vida) regresan para enseñarnos las lecciones que nos faltaron por aprender, y nosotros también les servimos como maestros, ya que el aprendizaje es mutuo. Cada amigo, conocido, jefe, o pareja que tenemos o hemos tenido a lo largo de esta vida, vienen del pasado y ahora experimentamos las mismas lecciones pero en diferentes situaciones para poder comprenderlas mejor. Aunque estas situaciones nuevas ocurren en nuestro presente, vienen del pasado, y de esta manera los tiempos de entrelazan. En este sentido, vivimos el pasado y el presente al mismo tiempo, porque se repiten las mismas lecciones del pasado que no fueron aprendidas y seguimos interactuado con las mismas personas del pasado con las que aún no hemos cerrado nuestras "cuentas".


El concepto de que "el futuro ya existe, solo que aún no lo hemos visitado" es válido porque está previamente programado. Esto parece que nos quita el libre albedrío, pero en realidad, no lo hace, porque las opciones programadas y las que programamos desde el presente son innumerables y depende de nosotros escoger los caminos a seguir. Vivimos el futuro, el presente y el pasado al mismo tiempo, ya que cada lección aprendida nos hace actuar de manera distinta, desbloqueando mejores oportunidades para el futuro. Además, constantemente creamos y eliminamos opciones futuras mentalmente, hasta que finalmente queda por ocurrir el camino no visto por el observador. Esto nuevamente sugiere que toda nuestra vida es solo una simulación y existe solo en nuestras mentes.

Parece que todo lo que creamos con la mente se manifiesta en un universo diferente donde vivimos nuevamente, pero no estamos conscientes de ello, estamos conscientes solo de nuestra realidad, aquí. Al principio, pensaba que los otros "yo" , viven las otras opciones del “juego” que no había elegido, pero mi observación más profunda me hace pensar que no es así. Todavía me falta bastante información para concluir con certeza qué está pasando en estos universos y por qué, pero espero adquirirla con el tiempo. Todavía tengo mucho por descubrir sobre este juego y la naturaleza de nuestra realidad.

Cuando a veces observo alguno de estos universos, no puedo actuar directamente, sino indirectamente, a través de mi elevación de consciencia y conducta, decidiendo y actuando desde mi universo aquí. Lo que hago se refleja de una u otra manera en ellos, en mis otros “yo”.

Así que "todos somos uno", no solo todos los "Yo" que forman la misma estructura más grande, sino también tú y yo; somos el mismo principio y el mismo fin, formando un "Yo" extra grande que está jugando consigo mismo dividiéndose a innumerables personajes. Tú y yo somos uno de ellos, y cada malestar del grande nos afecta a todos y viceversa. Cada universo más grande está creado por muchísimos miniversos, donde el protagonista de todos los escenarios ¡eres tú! ¡No hay otro protagonista principal! ¿Ves por qué tenemos que creer en nosotros mismos y amarnos? ¿Y no a idolatrar a un Dios externo?... Porque ¡no hay nadie más! Porque existo solo "yo" en todos estos innumerables universos y si no lo hago yo, nadie más lo hará, porque no existe nadie más, (los demás son solo nuestros reflejos). Muy triste, pero la realidad no siempre es bonita. Y cada cosa que pensamos y la manera en la que actuamos se refleja en las decisiones de todos mis "Yo" y, de ahí, en sus vidas.

Y, ¿para que muera el grande "Yo" tenemos que morir todos los "clones" a la vez?

La vida es un juego de superación contigo mismo y no con los demás, porque en realidad no hay nadie más que tú. Por eso, el daño que haces a otros te lo estás haciendo a ti, los errores que ves en los demás son también errores tuyos… Todo el universo es sólo un reflejo tuyo.

Y me preguntó, ¿qué vidas nos esperan más adelante? ¿Que otras realidades virtuales viviremos dentro de nosotros? ¿No hay alguna libre forma de existir y ser reales, no solo mentes "disfrazadas"?

Parece que un alma dirige todos estos personajes y, de la misma forma todas las almas (cada uno con su propio mini universo y “clones”) forman a un ser más complejo y más grande a un nivel astral llamado "Yo" superior, jugando a la vez con todos sus "clones" en rolles diversos. Y este "Yo" superior ¿estará "vivo", en alguien más grande que él?


Cada una de nuestras células también dispone de su mini universo, cada bacteria, cada "yo" inconsciente de su consciencia, y todos ellos se entrelazan y funcionan en sus propios mundos, "viven" vidas y realidades diferentes, sirviendo a un fin más grande que ellos, inconscientes que cumplen un plan superior. Cada uno en su miniverso finito. Igual que nosotros... Cada ser vive en su propio mini universo y cada decisión suya se refleja al resto y de ahí, al cuerpo entero. Cada uno percibe su propio universo según el roll que ejerce, su tamaño de cuerpo y consciencia, y no menos importante, según como está programado de verlo. Y ¿por qué nosotros no queremos darnos cuenta de que a nosotros nos pasa lo mismo? Que estamos programados y no somos completamente libres… Por ejemplo nuestras células que forman los riñones “hablan” un "idioma" diferente del de las células que forman el hígado, pero se pueden comunicar entre sí a partir de sus diferencias, para que todo el universo donde viven, llamado “cuerpo” puede funcionar correctamente. (¿No se parecen en algo a nosotros?) Si la comunicación entre ellas se pierde, reinará el caos, y este universo de que estamos hechos colapsará y nosotros moriremos.


Si no existe este orden donde cada uno se ocupe de su trabajo nosotros no podremos vivir. Por esto, cada uno está programado para hacer lo que hace y si se desvía de su propósito, nada funcionará hasta destruirse por si mismo.


Yo pienso que en cada una de las teorías hay una infalible verdad, además son matemáticamente demostradas. Sin embargo, intentamos comprender estás teorías desde una perspectiva física y superficial, lo que resulta imposible. Por eso, durante tanto tiempo, no hemos podido demostrarlas completamente.

Cada teoría muestra una parte de la gran verdad de cómo funciona todo. Ninguna es errónea ni correcta del todo. Una de las razones es que el cerebro no es capaz de imaginar cosas completamente nuevas; solo puede crear a partir de lo que ya ha visto, ya sea en esta vida o en vidas pasadas y ya “olvidadas”…

Por esto hay un dicho muy cierto: “No hay nada nuevo salvo lo que se ha olvidado” – res nullius

Entonces, cada uno es capaz de hallar alguna de las verdades para así todos poder llegar al conjunto completo. Cada persona que ha llegado a una evolución extraordinaria de su mente es capaz de ver diferentes partes de la verdad..., o simplemente, ¿recordarlas?

Soy consiente y confirmó la existencia de los universos paralelos de Hugh Everett donde vive cada uno de nosotros, inconsciente de la existencia de cada “yo” suyo, cual también piensa que es único, igual que nosotros. Y por un lado, lo es. Pero si miramos al conjunto son muchísimos “clones” de una misma persona. Cada uno en su propio miniverso, “juntos y al mismo tiempo separados uno del otro.”

Cuando puedo observar a veces por unos instantes esos universos paralelos, lo interesante es que no siento ningún cariño, o más bien apego emocional con algún otro "Yo", es parecido a una imagen con la cuál no estoy involucrada emocionalmente, aunque veo y siento de alguna forma que soy yo. También, estos universos que he visto tienen las mismas leyes físicas como el nuestro, son idénticos, aunque una vez vi uno futurístico, pero las leyes físicas eran iguales que aquí. Lo que por otra parte no impide la existencia de otros universos donde los protagonistas somos otra vez nosotros pero la realidad está basada en diferentes leyes físicas. Puede ser que serán los siguientes "juegos" que visitaremos en un futuro...


Entonces cada persona es su propio universo cual es responsable de ordenar, cuidar, equilibrar, y llevar a la evolución (liberarse de los apegos y dominar sus instintos bajos), para así no convertirse en un célula cancerígena porque intoxicará al resto que está a su alrededor, hasta terminar con el universo completo.


Todo este proceso que se está llevando a un nivel más global parece a la descripción del "superhumano" de Nietzsche, una persona capaz de superarse a si misma. Y esto ocurre cuando consigue controlar su mente, su ego.

Sólo así la persona puede alcanzar su máximo potencial y convertirse en quien realmente es, su mejor versión, y no en lo que muestra al mundo exterior.


Cada "copia" de nosotros en realidad “compite” con sus otros "clones" pero inconscientemente, para convertirse en un súper humano y cuando una "copia" está más cerca del mérito se hace consciente de si misma, su mente se abre y percibe la realidad más justa y menos pintada de azul, puede descartar lo falso de lo verdadero (o no dejarse manipular), desarrollar sus dones y ayudar con algo a la humanidad, durante su largo camino hacía la superación de si misma. Parece que todos los universos “compiten” por su evolución, intentando crear y convertirse en el "superhumano" de Nietzsche. Y los inconscientes compiten con los demás por destruir el sistema.

¿Quién ganará al final? ¿A quién dejarás ganar? ¡Esto sí, depende de ti!


Un universo superándose para ¡llegar a ser por fin, si mismo! ¡Y nosotros tan lejos de la realidad!, saboreándola con falsos valores impuestos por otros, buscando aprobación de los demás, olvidándonos de nosotros para complacer al resto, anhelando ser amados cuando nosotros no nos amamos realmente, queriendo ser valorados sin nosotros valorarnos…


Actuando así nos convertiremos con el tiempo en esclavos de otros y nunca nos atreveremos a ser nosotros mismos porque para esto se necesita mucho coraje, amor propio y algo de locura.


Pues os dejo aquí para reflexionar en qué os habéis convertido y ¿cómo realmente queréis ser?

Con todo lo dicho, espero haber ayudado a algunos, hacer pensar a otros, y enfadar tal vez a terceros, si no, ¿para qué estoy escribiendo? Si estáis indiferentes ante lo que escribo significa que no he hecho bien mi trabajo.


¡Hasta la próxima!


Con mucho amor.

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